domingo, 10 de septiembre de 2017

"El fútbol siempre premia los esfuerzos"

Muchos dirán que la vida del futbolista es perfecta, pero no todos sabrán cuánto fue el esfuerzo que uno ha invertido para llegar a su meta. Detrás de ese balón, hay sacrificios que los espectadores realmente no ven, jóvenes dedicados que se empeñan día a día en ir en busca de sus ideales, dejando de lado fiestas, compromisos familiares, estudios interrumpidos y en algunos casos hasta descuidando a sus novias. "Tengo que ser titular" es esa la lucha continúa, el objetivo por el cuál trabajan, y se esmeran día tras día. Pero sin embargo algunos que otros tendrán el pensamiento de decir que en la mayoria de los casos, a la primera división sólo los acomodados llegan, quizás.. puede que si, cómo también puede que no. Es impredecible, no sólo es cuestión de suerte. En esta labor, el juvenil en formación debe dejar tantas cosas de lado, y pasar adversidades que nunca se imaginó; Cómo por ejemplo no tener efectivo para un pasaje, jugar con las taquillas rotas, hambre, sed, frío, calor. No todo es un cuento de hadas, y no de buenas a primeras uno surge cómo jugador. No obstante, después se topan con la gran recompensa. Aunque a veces piensen que está todo perdido, llega el fútbol y les abre una puerta, ven sus sueños realizados conforme se va moviendo el balón, sus nombres son coreados por una multitud y ellos dejan hasta el último aliento, defendiendo los colores de su equipo y haciendo feliz a toda la afición. Primero sufrís cómo un perro, pero después no hay mayor satisfacción que llegar al club en dónde siempre soñaste y hacer el grito sagrado de "GOL".

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